El hueso de la gammagrafía es una revisión de la medicina nuclear de inyectar a un paciente un producto radiactivo que se adherirá al esqueleto. Este examen permite obtener imágenes que reflejan el metabolismo óseo. Está indicado en muchas patologías óseas, en particular en oncología con búsqueda de metástasis óseas o en reumatología.
La gammagrafía ósea está indicada en muchas condiciones que conducen a cambios en el metabolismo óseo:
La gammagrafía ósea se realiza en un departamento de medicina nuclear. Se realiza una inyección de bisfosfonatos marcados con tecnecio 99m , con mayor frecuencia en la curva del codo. Este radiofármaco se unirá al esqueleto, absorbido por los cristales de hidroxiapatita del mineral óseo. La fijación será mayor en las zonas donde haya un aumento de la remodelación ósea, en respuesta a una agresión tumoral o traumática. Las imágenes se adquieren mediante una cámara gamma que se puede acoplar a un escáner, lo que permite obtener imágenes anatómicas además de las imágenes metabólicas de la gammagrafía.
Dependiendo de la indicación, se pueden tomar imágenes tempranas minutos después de la inyección para buscar inflamación en el área dolorida. En todos los casos se toman imágenes tardías de dos a tres horas después de la inyección, lo que permite identificar las zonas con hipermetabolismo óseo (o hiperactividad osteoblástica) en las que se ha acumulado el producto inyectado.
El producto inyectado se elimina a través de la orina pocas horas después del examen.