El floema es tejido conductor de la savia del floema que es una solución rica en carbohidratos como la sacarosa , el sorbitol y el manitol en las plantas vasculares . El floema es un tejido vivo compuesto de tubos de criba , células compañeras , fibras y parénquima longitudinal. Tiene una función conductora de la savia y también una reserva en cuanto al parénquima y una función de apoyo en cuanto a las fibras de líber y escleritos . En biología vegetal, los tejidos se clasifican según su función. Los tejidos conductores de las angiospermas o gimnospermas dicotiledóneas (principalmente árboles) incluyen el floema secundario para el transporte de la savia elaborada, y el xilema secundario o madera, para el transporte de la savia cruda.
Fue Karl Wilhelm von Nägeli quien en 1858 en “Beitraege zur Wisseschaftliche Botanik” le dio el nombre de floema. Es un derivado de la palabra griega φλοιός ( phloios ) que significa corteza . Sin embargo, esta etimología no traduce del todo la verdadera función del floema, que es la de tejido conductor; la corteza es un tejido compuesto principalmente por corcho (tejido protector) y floema secundario, sinónimo de líber (tejido conductor).
Nos distinguimos :
En las raíces y en los tallos esta formación es centrípeta, es decir que el floema se formará desde el exterior hacia el interior del paquito. El mismo tipo de formación se encuentra para el xilema de las raíces. Para el xilema del tallo esto es un poco diferente, se dice que el alargamiento es centrífugo, es decir que la dirección de diferenciación de las células ocurre desde el interior hacia el exterior del paquito.
El tejido del floema es un ensamblaje de varios tipos de células:
El movimiento de la savia producida en el floema es bidireccional, mientras que en las células del xilema el flujo de savia cruda es continuo (hacia arriba).
El floema realiza la translocación en los árboles, es el proceso de transferencia de compuestos orgánicos y solubles desde las hojas donde se realiza la fotosíntesis a los órganos de reserva (tubérculos, raíces, etc.).
Ciertos herbicidas penetran en la planta y luego son transportados por el floema para matar toda la planta. Los insecticidas como el fipronil circulan en el floema y se distribuyen por toda la planta, lo que aumenta su eficacia, pero también su ecotoxicidad.