Lengua | francés |
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Autor | Margarita Duras |
Amable | Novela |
Fecha de lanzamiento | 1966 |
País | Francia |
El vicecónsul es una novela de Marguerite Duras , publicada en 1966 con Gallimard .
En 1972 , Marguerite Duras retomó el tema y los personajes de la novela para escribir la obra India Song .
Si el vicecónsul esconde una historia, es la del mendigo de Calcuta contada por el narrador anónimo y por el personaje del escritor Peter Morgan.
El carácter del mendigo es de particular importancia ya que proviene directamente de una memoria real del autor. Cuando aún era pequeña, Marguerite Duras asistió a la venta de su hijo por una madre mendiga. Este recuerdo inquietante constituye "el centro y el corazón" del Vicecónsul . Reutilizado en varias obras, funciona como una “célula generadora” conducente a la activación creativa. La escritura intenta así "agotar un referente inagotable".
Nada más en este texto es historia o narrativa. Es más bien un ensamblaje de personajes y situaciones con una unidad relativa de lugar ( Calcuta ) y tiempo (el comienzo del monzón ) muy relativa.
Esta novela opera un retorno a espacios vinculados a la infancia del autor: el espacio indochino y el espacio indio .
El espacio indochino está marcado por nombres propios. Se identifica de forma relativamente precisa, aunque en realidad no tiene puntos de referencia.
El espacio indio es mucho más abstracto, reducido a los dos polos de Calcuta y Lahore , que a veces se fusionan. Una factura pictórica, formada por anotaciones en las líneas y los colores, caracteriza su representación. La huella artificial exótica de la India se alterna con la auténtica India impregnada de miseria y sufrimiento.
El espacio indochino es ilimitado mientras que el espacio indio está cerrado, cerrado sobre sí mismo. El primero es geográficamente más probable que el segundo, pero en ambos casos la geografía sigue siendo muy imaginaria. Es un espacio reconstruido y mitificado, muy ligado a las vivencias emocionales personales del autor.
(En orden de aparicion)
El título crea una expectativa sobre el carácter del vicecónsul. Sin embargo, esto aparece relativamente tarde en la novela . Por lo tanto, existe una gran brecha entre lo que promete el título y lo que logra el contenido del texto.
Del mismo modo, Marguerite Duras esboza intrigas que no resuelve. Si bien uno podría esperar una historia de amor entre Anne-Marie Stretter y el vicecónsul, no sucede nada entre ellos más que una conversación evasiva. Asimismo, la novela parece embarcarse en el camino de la intriga detectivesca cuando evoca los misteriosos crímenes del vicecónsul, pero sigue siendo solo un borrador sin desenlace real .
Todo esto es parte de una estrategia engañosa destinada a romper las expectativas del lector.
A través de sus descripciones incompletas, sus aventuras inciertas evocadas siempre de manera alusiva, y sus múltiples voces difíciles de identificar, la narración aparece de una manera sumamente confusa.
El narrador también opera una difuminación de la fantasía y la realidad al adentrarse en la imaginación y los sueños de los personajes .
Los diálogos participan de esta opacidad. Así, las palabras del vicecónsul se mezclan indiscriminadamente con los recuerdos del interlocutor que recibe su confianza. Las conversaciones anónimas aumentan la confusión.
La estética de la opacidad está servida por la sintaxis misma. Las abundantes repeticiones, los giros orales, las yuxtaposiciones de palabras sin conectores lógicos , así como el uso frecuente de dos puntos refuerzan el efecto caótico del texto.
Como el personaje del mendigo, el lector se ve obligado a vagar sin saber adónde lo conducirá. Debe aceptar perderse en el texto. Esta estética opaca rompe con la estética romántica tradicional.