El edómetro es un dispositivo de laboratorio utilizado en geotecnia . Este dispositivo permite medir el asentamiento de una muestra de suelo (preferiblemente intacta) bajo una determinada fuerza, y su hinchamiento durante la descarga de las fuerzas previamente sometidas. La operación de carga y descarga se realiza por etapas y está cronometrada, con el fin de determinar sus propiedades mecánicas durante los cálculos mecánicos del suelo .
Las pruebas odométricas simulan el asentamiento y el drenaje unidimensional de los suelos: para ello, se coloca una muestra de suelo en una caja con paredes extremadamente rígidas, por lo que las deformaciones laterales son despreciables. Una capa de drenaje formada por grava cubre la muestra: en el siguiente experimento, el drenaje solo se puede realizar verticalmente, desde arriba. Finalmente, para reproducir lo más fielmente posible una compresión puramente vertical, se asegura que la relación altura-diámetro de la muestra sea como máximo de 1 a 3. Como el fenómeno de consolidación supone un drenaje continuo del suelo, es importante que la muestra nunca está completamente seco.
Los primeros experimentos de consolidación fueron realizados en 1910 por Jean Frontard (1884-1962): colocó una muestra de 5 cm de espesor y 35 cm de diámetro en una caja de hierro fundido perforada con un agujero en su base. Luego cargó gradualmente esta muestra mediante un pistón, asegurando el equilibrio en cada paso. Para evitar la deshidratación completa de la muestra, el experimento se llevó a cabo en una habitación saturada de humedad.
Karl von Terzaghi inició su investigación sobre el fenómeno de la consolidación en el Robert College de Estambul en 1919: así desarrolló su propia teoría, publicada en 1936.
La clasificación de suelos es la siguiente: