Un tratamiento intramamario es un tratamiento farmacológico ( antibiótico en general), destinado a tratar una infección mamaria) en animales de granja o animales domésticos.
La inyección se realiza después de vaciar la ubre, desinfectar el pezón y por inyección del fármaco en el interior de la ubre, en uno o más pezones .
El fármaco se introduce mediante una jeringa a través de una cánula. Asciende en la ubre a través del canal del pezón.
El tratamiento debe realizarse respetando la integridad del esfínter del pezón. Masajear la tetina de abajo hacia arriba permite una buena distribución del producto. Luego una desinfección terminal (post-remojo en general, o rociado) completa el tratamiento.
La jeringa / cánula y el resto del equipo se deben tirar en un contenedor adecuado, y la intervención debe registrarse en la historia clínica. Entonces es necesario evitar la contaminación de la máquina de ordeño y / o de la leche por el antibiótico.
Este tratamiento se aplica en caso de:
Además de que el antibiótico se encuentra en la sangre (Larson y Anderson, 1985, Mercer et al., 1970, Nouws y Ziv, 1982), y en la carne, orina y / o heces del animal (y por tanto en purines y estiércol) , también puede contaminar la leche, así como las bacterias resistentes a los antibióticos (por ejemplo, Escherichia coli y Enterococcus spp. y diversas bacterias patógenas de la glándula mamaria ).
El tratamiento intramamario es uno de los tratamientos que ha provocado la aparición muy frecuente de resistencias antimicrobianas por bacterias comensales u oportunistas en las explotaciones, y más particularmente en las explotaciones industriales que en este caso favorecen el contagio de un gran número de bacterias. »animales.
En Francia, según el informe anual de ANSES: entre 2011 (año del inicio del seguimiento nacional) y 2019, la exposición global del ganado a los antibióticos disminuyó en un 25,5%. Y el número de tratamientos intramamarios por vaca lechera ha disminuido en un 31,4%.
En 2019,
Los fármacos administrados para limitar las infecciones al secarse representaron más del 43% de los tratamientos intramamarios en 1999; cayeron al 36,6% en 2019. Además, de acuerdo con los objetivos de los planes Ecoantibio I y II , las cefalosporinas de última generación (clasificadas como antibióticos de importancia crítica para la salud humana) cayeron del 98,9% de 2013 a 2019 (a pesar de El incremento en 2018 puede explicarse por un rezago en las cifras de ventas declaradas para el 2018 de ciertos medicamentos.La exposición de los bovinos a la colistina , también calificada como "crítica", por su parte disminuyó en más del 52% con respecto a 2014/2015, es decir, por encima del objetivo establecido (- 50%).