Las luces de circulación diurna , también conocidas como luces de circulación diurna, son un dispositivo de luz delante de un vehículo, para que otros usuarios de la carretera las vean mejor. Suelen estar formadas por lámparas electroluminiscentes y emiten luz blanca.
Han sido muchos años de debate para valorar el beneficio de seguridad, la desventaja de un ligero consumo adicional de combustible, la posible pérdida de diferenciación de otros usuarios de la vía (peatones, motociclistas, etc. ).
La Comisión Europea se mostró a favor de esta medida. Ha financiado dos veces, en 1995 y en 2002, grupos de laboratorios europeos para sintetizar los estudios existentes sobre el uso de las luces de cruce durante el día, la primera vez de forma muy general y la segunda sobre el tema más específico de los usuarios vulnerables. .
Finalmente, la Comisión Europea considera muy favorables las conclusiones de estos estudios. Obliga a los fabricantes a instalar un sistema de luces de circulación diurna dedicado en todos los vehículos ligeros comercializados después de la1 st de enero de 2011. Camiones, vehículos pesados y autobuses se ven afectados por la misma directiva en agosto de 2012.
En Europa, estas luces deben encenderse automáticamente en cuanto se pone en marcha el motor, y deben apagarse (manual o automáticamente) cuando se utilizan las luces de marcha nocturna, o al menos debilitarse si también sirven como luces de estacionamiento.
Deben ser técnicamente distintos de otros tipos de iluminación (de acuerdo con la directiva R87). No pueden reemplazar las luces de cruce que están diseñadas para iluminar la calzada.
En el estado actual de la legislación europea (2017), las luces de circulación diurna deben tener una separación mínima de 60 cm , estar fijadas en altura entre 25 cm como mínimo y 150 cm como máximo, y tener una potencia de entre 400 y 1.200 candelas , sin deslumbrar. .
En Europa, los vehículos más antiguos no tienen que estar equipados, pero es posible que se requiera que circulen con luces de cruce diurnas de luz baja, según el país.
Antes de la entrada en vigor, se había debatido entre el beneficio de seguridad y el consumo adicional de combustible inducido por el encendido de las luces de circulación diurna, que podría alcanzar el 2% con luces de cruce.
El uso de lámparas electroluminiscentes ha permitido reducir este sobreconsumo en aproximadamente un 0,2% al tiempo que garantiza una larga vida útil y diversas posibilidades de "diseño", que no obstante deben cumplir con las normativas (altura, huecos, potencia, etc. ) como las definidas en el artículo. R313-4-1 del Código de circulación francés.
Las luces de circulación diurna también están disponibles para bicicletas y, aunque no son obligatorias, se recomiendan encarecidamente para estos usuarios vulnerables.