Afirmación del consecuente

La afirmación del consecuente es una falacia formal por la que se considera una condición suficiente como condición necesaria . Luego tratamos una implicación lógica como si fuera una equivalencia lógica . En lenguaje natural se expresa la afirmación del consecuente:

  1. Si P entonces Q
  2. Q
  3. Entonces , P

El Q consecuente del enunciado condicional Si P entonces Q puede realizarse incluso si el antecedente P no lo es. Esta falacia se denomina así “afirmación del consecuente”, porque consiste en afirmar que el consecuente se realiza para inferir que también se realiza su antecedente. En lógica, este razonamiento inválido toma la forma: ((P ⇒ Q) ∧ Q) ⇒ P.

Es una especie de confusión entre posibilidad y necesidad. La posibilidad implica que varias causas pueden tener la misma consecuencia. Para hacer esto, es necesario asegurar interacciones entre las causas para la misma consecuencia. Para que la afirmación del consecuente sea válida, la causa y la consecuencia no solo deben estar vinculadas, sino que tampoco hay otra posibilidad posible.

Ejemplos de

Un ejemplo interpretado puede dar:

  1. Si llovió (P), entonces el suelo está mojado (Q).
  2. El suelo está mojado (Q).
  3. Entonces llovió (P).

Tal razonamiento no es válido porque el suelo puede mojarse por alguna razón que no sea la lluvia, como el riego.

Otros ejemplos:

  1. Si tengo más de 18 años (P), entonces soy mayor de edad en Francia (Q).
  2. Soy mayor de edad en Francia (Q).
  3. Entonces tengo más de 18 años (P).

Este razonamiento no es válido desde un punto de vista puramente formal. Parece justo porque sabemos por definición que lo contrario del enunciado inicial es cierto, es decir, que existe una equivalencia entre ser mayor de edad y haber alcanzado la edad requerida, lo que implícitamente implica otra proposición distinta a la presente en el enunciado. (en otras palabras, en este ejemplo la conclusión es verdadera, pero el razonamiento utilizado es falso).

  1. Si uso un auto Model X, entonces uso el motor A
  2. Mi auto usa el motor A
  3. Entonces mi auto es un modelo X

En este ejemplo, debe asegurarse que ningún otro modelo de vehículo utilice el mismo tipo de motor (A) que el automóvil X. Sin esto, el argumento no es válido.

  1. 2 + 2 es 4
  2. tengo 4
  3. entonces deduzco 2 + 2

Aquí, incluso si el cálculo es correcto en sí mismo, 4 es el resultado de un número matemáticamente infinito de cálculos, como, por ejemplo, 2x2, raíz cuadrada de 16, 40/10, 4x1, -4 + 8 o incluso x - x + 4 o x- (x-4) ...

Ejemplos de situaciones de uso

Las declaraciones de consecuentes se encuentran con frecuencia en muchas teorías de conspiración. De hecho, no es raro encontrarse con una discusión en la que una persona acusa a una categoría muy específica de ser la causa de un evento grave. Además, se establecen supuestos vínculos entre varios grupos de personas o entre un grupo y atributos específicos (estereotipos, etc.) para sustentar determinadas declaraciones conspirativas. Para que tales discursos sean válidos, es necesario demostrar que el deseo de provocar tal evento está explícitamente establecido (artículos de ley, declaración pública, textos religiosos, etc.) y que ninguna otra causa es posible porque aunque la voluntad de hacerlo así está presente, pueden surgir otros factores corolarios.

Por ejemplo, los judíos están asociados con el dinero y el dinero se considera un medio para controlar el mundo (ejemplo de estereotipos conspirativos generalizados). Para afirmar que los judíos controlarían el mundo con dinero, sería necesario probar no solo la existencia de un deseo o una orden resultante de un texto religioso o político o de un discurso pronunciado por la comunidad judía en su conjunto sino también que los judíos estarían a la cabeza de cualquier organización financiera (bancos, fábricas de monedas, etc.), así como la imposibilidad de que los no judíos pudieran tener acceso a la cabeza de tal organización o que otros medios además del dinero permitan a los establecimiento de un sistema de control a escala mundial. De lo contrario, la declaración deja de ser válida.

Notas y referencias

  1. Robert Nadeau, "sofismo de la afirmación del consecuente" en técnica y vocabulario analítico de la epistemología p.  654

Ver también

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