El boicot de los tranvías tunecinos es un evento sociopolítico que comenzó el9 de febrero de 1912en Túnez ( Túnez ). Se ve como una continuación del asunto Djellaz en un contexto marcado por la tensión que sienten los tunecinos hacia los italianos que viven en el país.
El origen del boicot es la muerte de un niño tunecino de ocho años que fue atropellado accidentalmente cerca de Bab Saadoun por un tranvía conducido por un italiano. Como reacción, los tunecinos deciden boicotear los tranvías y todas las empresas italianas mientras se presenta una denuncia colectiva contra la empresa francesa que gestiona el tranvía, la Compagnie des tramways de Tunis , reclamando daños , el despido de todos los empleados italianos y su sustitución por tunecinos. así como el fin de la política de discriminación contra la población indígena .
La continuación del boicot acabó provocando pérdidas económicas a la empresa de tranvías. Se creó un comité especial del que Ali Bach Hamba es miembro para monitorear el asunto y desempeñar el papel de intermediario entre la sociedad y la población. Las autoridades coloniales intervinieron en las negociaciones, el 10 de marzo , a favor de la empresa de tranvías para preservar sus intereses, indicando que más allá de las 48 horas el problema traspasó su marco económico para adquirir un carácter político y de protesta.
Pero las declaraciones de la administración colonial francesa despertaron rápidamente la ira de los tunecinos y los empujaron a continuar el boicot. A través de informes de archivo, las autoridades francesas subrayan el giro político del boicot. Según los informes, Bach Hamba rechazó los términos del acuerdo inicial negociado entre el comité y la empresa, al considerar que los términos del acuerdo eran insuficientes y no garantizaban los derechos de la población indígena (principalmente la equidad de ingresos con los empleados europeos). El residente general habría acusado la situación de desbordamiento si se formularan demandas políticas (derecho de voto de los tunecinos en asambleas consultivas y mejor representatividad dentro de estas asambleas).
Siguió una campaña de represión, tras la cual muchas figuras del movimiento juvenil tunecino fueron arrestadas por incitar al desorden público. La mayoría son entonces condenados al exilio.