El Fondo Europeo de ayuda a los más pobres (FEAD) es un programa de la Unión Europea creado en 2014, que sustituye al programa europeo de ayuda a los más pobres (MDP).
Apoya financieramente las acciones llevadas a cabo por los Estados miembros y las organizaciones benéficas de la UE para proporcionar ayuda material a los más necesitados. Estos incluyen alimentos , ropa y otros elementos esenciales; la asistencia material va acompañada de medidas de integración social , incluidos servicios de asesoramiento y asistencia destinados a ayudar a las personas a salir de la pobreza .
Tras el paro de 13 de abril de 2011del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE), el PEAD fue detenido porque ya no cumple su función inicial de absorber los excedentes producidos por la agricultura europea con fines benéficos. La importancia que asumieron las compras realizadas por la UE llegó a ser tal que el TJUE consideró que el PEAD ya no estaba vinculado a la PAC sino que pasaba a ser asistencia social directa, por lo que debería financiarse en este marco, que no está comunitarizado.
Se formalizó un acuerdo político el 11 de noviembre de 2011por los Estados miembros con el fin de perpetuar el sistema de ayudas en otra forma; la Comisión Europea de acuerdo con el Parlamento Europeo y el Consejo Europeo propuso, la14 de octubre de 2012, un nuevo fondo destinado a sustituir al PEAD a partir de 2014. Este nuevo fondo, creado por un reglamento europeo de 11 de marzo de 2014, se denominó: Fondo de Ayuda Europea a los Más Desfavorecidos (FEAD).
Para la próxima programación (2021-2027), los fondos del FEAD se integrarán en el FSE +, que aportará los recursos que la Unión Europea dedica a la ayuda alimentaria.
El fondo contribuye al logro de varios objetivos de política social que son competencia de la UE: aliviar las formas más graves de pobreza proporcionando ayuda no financiera a las personas más necesitadas a través de ayuda alimentaria y / o asistencia material. La estrategia Europa 2020 tiene como objetivo reducir el número de personas en riesgo de pobreza y exclusión social en al menos 20 millones.
Los Estados miembros establecen programas nacionales durante un período de seis años (actualmente 2014-2020) y la Comisión Europea los valida y comprueba que los Estados los cofinancian (con un mínimo del 15%). Las autoridades competentes de cada país eligen organizaciones asociadas (a menudo no gubernamentales) que brindan asistencia sobre el terreno.
Francia, que es el primer Estado miembro en adoptar el programa FEAD, tiene un presupuesto asignado de 499 millones de euros para el período 2014-2020 (incluidos 88 millones de euros procedentes de recursos nacionales). Partiendo de las consecuencias de la jurisprudencia del TJUE, la política de lucha contra la inseguridad alimentaria viene dirigida desde 2011 por el ministerio encargado de la acción social. Un decreto de 26 de julio de 2019 recuerda las condiciones que permiten a una persona jurídica postularse para beneficiarse del sistema, en el marco de los pliegos que fija cada cinco años el ministro responsable de la acción social.
FEAD también ofrece servicios de asesoramiento y asistencia para trabajar en todos los ámbitos de la integración social y profesional: aprendizaje, búsqueda de empleo, cultura, ocio, etc. ; también complementa el Fondo Social Europeo (FSE).
La Comisión había previsto una dotación de 2.500 millones de euros para el fondo para el período 2014-2020, lo que representaba una disminución de mil millones de euros frente a los 500 millones de euros anuales que se habían destinado previamente al fondo PEAD. El importe se ha revisado al alza y se ha presupuestado en 3.800 millones de euros.
FranceAgriMer es criticada por su gestión, en Francia, del Fondo de Ayuda Europea para los Más Desfavorecidos (FEAD). En 2016, la Comisión Europea suspendió brevemente el pago de ayudas a Francia por “falta de transparencia y falta de control interno y prevención de riesgos” en FranceAgriMer. En 2019, el establecimiento público France AgriMer fue criticado, aún en el contexto de su gestión del FEAD, durante la polémica de los “filetes falsos”.
Un contrato FEAD con una empresa danesa por 360 toneladas de chuletas de pollo con un contenido de agua superior a las normas europeas dio lugar en septiembre de 2019 a una investigación por parte del Estado francés.