De acuerdo con la teología de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días , las planchas de oro , también conocido en alguna literatura del XIX ° siglo la Biblia de oro , son un libro encuadernado de placas metálicas grabadas que José Smith dice que eran su fuente de la traducción del Libro de Mormón .
Según José Smith , Moroni lo habría hecho en el 420 d.C. JC, escondió las planchas de oro en el cerro de Cumorah . José Smith también afirma que en 1827 fue enviado a esta colina por Moroni resucitado para buscar estas planchas y traducirlas.
La pregunta que surge es si la lengua y la escritura pertenecían a la misma familia que las de otros pueblos precolombinos y si el mensaje contenido en estas placas también estaba destinado a ellos.
Se dice que las planchas de oro contenían caracteres grabados en un idioma antiguo que el Libro de Mormón describe como egipcio reformado.
José Smith describió la escritura como "caracteres egipcios ... pequeños y bellamente grabados" que demuestran "una gran habilidad en el arte del grabado".
John Whitmer, uno de los ocho testigos, dijo que las planchas tenían "grabados finos en cada lado", y Orson Pratt (1811-1881), que no vio las planchas por sí mismo pero habló con los testigos, entendió que estaban grabadas en cada lado. lado de las placas, "por un tinte más oscuro, para que las letras sean más legibles y fáciles de leer".
Tres testigos, Oliver Cowdery , David Whitmer y Martin Harris , luego otros ocho Christian Whitmer, Jacob Whitmer, Peter Whitmer Jr., John Whitmer, Hiram Page, Joseph Smith padre, Hyrum Smith y Samuel H. Smith testificaron haber visto las planchas. . José Smith dijo que se los devolvió al ángel Moroni después de completar su traducción. Por lo tanto, en la medida en que hubieran existido, nadie podría examinarlos. Para los mormones de hoy, creer en la existencia de estas placas es una cuestión de fe.
Los incrédulos presentan una explicación natural para la historia de las planchas, como la teoría de que José Smith y sus compañeros hicieron las planchas ellos mismos, otros afirman que José Smith pudo convencer a otros mediante delirios o hipnosis o que las planchas eran místicas y podrían ser interpretado en el contexto de la época de José Smith, cuando la magia se aceptaba como parte de la realidad.
Finalmente, la última hipótesis es que José Smith habría mentido, las planchas nunca habrían existido.