El ángulo facial es una medida que permite evaluar el prognatismo de un cráneo, es decir la proyección más o menos avanzada de las mandíbulas y el rostro.
Es el ángulo agudo formado por las dos líneas (OP) y (MN), con:
Louis Jean-Marie Daubenton (1716-1800) y Petrus Camper (1722-1789) habían iniciado un método basado en la medición del ángulo facial para diferenciar al hombre del animal. Adoptado por Georges Cuvier (1769-1832) y Étienne Geoffroy Saint-Hilaire (1772-1844), el método encuentra una nueva aplicación: se supone que el grado de inclinación de la frente indica el espacio que queda libre para el cerebro y, por tanto, para la inteligencia. .
El ángulo facial aumenta desde los representantes más antiguos del género Homo hasta el Homo sapiens (hombre moderno). Algunos valores aproximados obtenidos de fósiles típicos del linaje humano: